El mantenimiento de una caldera de gasóleo debe realizarse una vez al año. Estas comprobaciones son esenciales para el buen funcionamiento de su instalación, para garantizar su seguridad y para permitirle ahorrar energía. Fuel-it detalla los distintos pasos para mantener la caldera.

1) Limpieza de la estufa y del hogar

La caldera de gasóleo produce muchos residuos. El profesional comenzará inspeccionando y limpiando el interior de su instalación, tras retirar el quemador, la trampilla, la placa aislante y la puerta de acceso a la chimenea. Equipado con un deshollinador y cepillos, raspará los restos de hollín antes de eliminarlos con su aspirador profesional.

2) Limpieza del quemador

Al realizar el mantenimiento de su caldera de gasóleo, la comprobación y limpieza del quemador es un paso importante, ya que es la pieza que permite que el gasóleo arda. El profesional comprobará que el quemador está en buen estado, que no tiene fugas y revisará la bomba de gasóleo y los electrodos. Después, pasará a limpiar la habitación.

3) Comprobación de la boquilla de aceite

Al realizar el mantenimiento de la caldera, el profesional desmontará y comprobará la boquilla de aceite, una pieza que suministra combustible. Si está en mal estado, la boquilla se sustituirá directamente. Evidentemente, antes de volver a montarla en el quemador, se limpiará la boquilla.

4) Ajuste del soporte de la llama

El portallamas es el elemento que permite modificar el flujo de aire y el calentamiento de la caldera. El profesional lo ajustará en la boquilla. La distancia entre el soporte de la llama y la base del quemador puede variar según los diferentes modelos y su potencia.

5) Limpieza de los filtros

El siguiente paso en el mantenimiento de la caldera es limpiar los filtros de aceite del quemador y, si su sistema está equipado, retirar y limpiar el prefiltro de aceite.

6) Deshollinado de chimeneas

El profesional debe barrer los conductos de humos desde la caldera hasta el exterior. Así se evita el consumo excesivo de combustible y, sobre todo, los posibles riesgos de incendio.

7) Medición de monóxido de carbono y análisis de humo

Una vez concluidas las distintas etapas del mantenimiento de la caldera, el profesional reinicia la instalación para identificar un posible problema. Si todo está en orden, procede a medir el nivel de monóxido de carbono con un aparato especial. En caso de resultados no conformes, podrán realizarse investigaciones complementarias.

8) Análisis de gases de combustión

Mediante un analizador de combustión, el profesional analiza el humo y su contenido en monóxido y dióxido de carbono. Estas medidas le ayudarán a ajustar el quemador de la forma más segura.

9) Conservar el certificado de mantenimiento

En un plazo de 15 días, el profesional debe entregarte un certificado de mantenimiento que incluya las distintas operaciones realizadas, los resultados de las mediciones y los consejos que, en su caso, te haya dado. Debe conservar este documento durante dos años. El certificado debe presentarse en caso de inspección y le cubre en caso de accidente.

10) Comprobación periódica de la caldera

Ahora que el profesional ha realizado el mantenimiento anual obligatorio, le toca a usted ocuparse de las tareas menos técnicas para conservar sus instalaciones. Por ejemplo, puedes prestar atención a la presión de la caldera (lo ideal es entre 1 y 1,5 bares). Si tiene alguna pregunta, no dude en pedir consejo al profesional.